BAJAN LOS PRECIOS EN FEBRERO: RIESGOS Y BENEFICIOS

calculadora-super1En España en el mes de febrero siempre subía el Índice de Precios al Consumo (IPC) debido al final de las rebajas. Sin embargo, febrero de 2015 será ya un mes a retener en los estudios porque por primera vez desde que se empezó a medir la inflación en España, en 1969, los precios se han mantenido en negativo, a pesar de que subieron un 0,2% respecto a enero. Según el indicador adelantado del Instituto Nacional de Estadística (INE) el IPC de febrero se situó en el -1,1% en tasa interanual.

Con el dato de febrero, España encadena ocho meses consecutivos con el IPC en negativo y, entre las causas, la tasa interanual del IPC de este segundo mes del año acusa la subida de los precios de los carburantes ya que los precios de la gasolina y del gasóleo han experimentado subidas del 1,3% y del 1,9%, respectivamente.

Pero, ¿es bueno que caigan los precios?

  • A bote pronto, para un consumidor, la respuesta es un sí rotundo. Si los precios bajan, un trabajador o un pensionista puede adquirir con el mismo sueldo más productos.
  • Para una empresa, la respuesta sería más un “depende”.  Por un lado, cabría pensar que quizás los precios más competitivos facilitarían que España exportase más y dependiese menos de las importaciones, lo cual sería positivo. Mientras, por otro, si la caída del coste de la cesta de la compra se mantiene estable en el tiempo los consumidores deciden aplazar las compras con la previsión de que podrán  adquirir los bienes y servicios más baratos más adelante y no se revitaliza el consumo. Además, como los empresarios en este caso reducirían sus márgenes se vería afectado el negocio de las empresas y, por tanto, la creación de empleo.
  • Pero la respuesta se hace aún más compleja si se interroga sobre una economía en su conjunto. El riesgo de que la economía española sufra una deflación -una caída tan persistente y generalizada de los precios- preocupa porque podría agravar la crisis, sobre todo en un país endeudado como España, tanto en el sector público como en el privado. Una baja inflación, que para el Banco Central Europeo es que los precios se sitúen por debajo del 2% durante mucho tiempo, podría provocar según este órgano internacional que las inyecciones de liquidez no llegasen a la economía real.

Desde FASGA confiamos en que esta bajada de precios sea un aliciente para la reactivación de la economía y el consumo sin que los datos negativos se conviertan en tendencia y exista el riesgo real de deflación. Consideramos que ante las debilidades e incertidumbres de la economía española, es necesario mejorar las rentas de los españoles y garantizar el acceso al crédito en mejores condiciones, especialmente de las pequeñas empresas y a las familias,  para consolidar el crecimiento de la demanda y la economía, crear empleo y alcanzar unos precios moderados aunque positivos.

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