Nuevo despilfarro de CCOO para disfrazar su ineficacia

“Con nosotros hay futuro”. Y se quedan tan anchos. Con este lema, el sindicato CCOO celebró este sábado en Vistalegre un nuevo acto propagandístico de cara a la galería,  con el que tratan de desviar la atención sobre su desastrosa y dañina gestión realizada durante estos años de crisis. Una incapacidad que ha llevado a cifras históricas de paro en nuestro país.

18.000 euros se gastó CCOO en alquilar Vistalegre, a los que hay que sumar el coste de traer a Madrid a “20.000 delegados de toda España en cientos de autobuses”, dietas y gastos pagados, el dinero invertido en preparar banderolas y carteles, el equipo audiovisual… La verdad, preferimos no saber el coste final del evento, suponemos a costa de las subvenciones.

Una vez más, queda demostrado que las pancartas, las manifestaciones injustificadas, los saraos de todo tipo o recibir generosas subvenciones es lo único que se les da bien a los sindicatos de clase. Por eso son tan propensos a despilfarrar, aún en momentos tan delicados como los que vivimos. Pero lo de defender los derechos de los trabajadores es otro cantar.

Si nuestro futuro depende, tal y como afirma CCOO, de estos sindicatos de clase, entonces nos espera un futuro negro y preocupante.  Un futuro ligado al paro, a los ERES, la inestabilidad laboral,  la temporalidad. La nada, el vacío, la incertidumbre, la inestabilidad: eso es lo único que de verdad garantizan los sindicatos de clase.

¿De verdad se creen que alguien puede confiar en unos sindicatos que durante la crisis han mirado para otro lado, no han estado a la altura, han dejado pasar el tiempo, no han ofrecido ninguna propuesta de interés y han incrementado un 50% las subvenciones? ¿Cómo se atreven a presentarse como los defensores de los derechos de los trabajadores de este país, cuando, más necesaria es su existencia, les han dejado abandonados a su suerte? ¿No se les cae la cara de vergüenza?

Entre los objetivos marcados en este baño de masas estaba el de impulsar el sindicalismo de proximidad, algo que dista mucho de lo que hasta ahora están haciendo.  Todos sabemos que los trabajadores sólo les importan cuando llegan las elecciones y cuando reciben las subvenciones por asesoramiento en los ERES. Por eso tenemos cinco millones de desempleados en España, y por eso critican siempre que pueden a los que tenemos una actitud y comportamiento antagónico, alejados de su partidismo e incoherencia. El sindicalismo de clase quiere presentarse ahora como la solución. Demasiado tarde.

Cada vez que CCOO o UGT organizan actos de este tipo, nos invitan a seguir el camino que nos heos marcado. Estamos seguros de que el verdadero futuro laboral lo representa el modelo sindical de FASGA. Hechos contra promesas. Propuestas frente a incapacidad. Implicación contra desidia. Soluciones frente a demagogia. TRABAJO frente a paro.

Por las cosas que te importan. Con FASGA, sí que hay futuro

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