Empleo sí, pero estable y de calidad

Hace unos días comentábamos que la prioridad en estos momentos en España debía ser la creación de empleo. No  lo decíamos sólo como obviedad, teniendo en cuenta las cifras de desempleo en nuestro país, sino para alertar de una situación que amenaza el mantenimiento del estado del bienestar, con el que FASGA ha reiterado su compromiso en varias ocasiones.

Creación de empleo, decíamos… ¿A qué precio? Leemos en el diario Cinco Días que de los 14 millones de contratos que se realizaron en 2010, 13 millones fueron contratos temporales. Y que en el pasado mes de mayo, de los 1.300.000 contratos efectuados aproximadamente 1.200.000 fueron eventuales. Concretamente, un 37,5% de los trabajadores temporales fueron empleados por un periodo de tiempo inferior a un mes.

Con un poco de suerte, veremos como el número de contratos firmados se incrementa en los próximos meses pero… ¿Realmente se está creando empleo cuando se contrata a un trabajador por menos de 30 días? ¿Puede un trabajador sentirse comprometido, seguro y realizado sabiendo que en menos de un mes tendrá que volver a buscar trabajo? Pan para hoy y hambre para mañana, se suele decir.

La salida de la crisis económica no puede convertirse en una excusa para la precariedad y el deterioro de las condiciones laborales. Políticos, empresarios y otros actores del sistema suelen repetir que queremos un país competitivo, avanzado y con un creciente bienestar. Con este tipo de contratos, que condenan a los trabajadores a una constante incertidumbre y no les permite planificar un futuro, no conseguiremos ninguna de las tres cosas, sino un país de precariedad e inseguridad.

En FASGA defendemos el empleo, sí, pero si repasáis nuestra trayectoria veréis que siempre acompañamos la palabra “empleo” de los adjetivos “de calidad” y “estable”. Porque no sólo nos importan las cifras o el número de trabajos que con nuestro trabajo diario contribuimos a crear o mantener, sino también esa otra parte que los números no reflejan: las condiciones laborales y la seguridad de trabajador.

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