Hace un año de la ducha de realidad que se dio España cuando, acosada por los mercados y presionada por sus socios europeos, el Gobierno tuvo que dar un giro de 180º que evitara una debacle similar a la de Grecia o Irlanda. La crisis ya se había dejado notar con fuerza en nuestro país, pero sin duda este último año ha sido el peor.
El paro, que roza los cinco millones de personas, se ha convertido en un drama para millones de familias y es el principal problema al que se enfrenta nuestro país de cara a los próximos años. Recuperar el empleo perdido no va a ser fácil, pero sabemos que no es imposible. En otros países, los efectos de la crisis no han sido tan devastadores y el empleo se ha mantenido, bien porque se ha reaccionado a tiempo o bien por la estructura de su mercado laboral.
En España hacen falta urgentemente medidas que nos ayuden a salir de la crisis. Ya hemos dado algunos pasos, los mercados están más tranquilos y algunos estamentos europeos afirman que hemos “hecho parte de los deberes”. Sin embargo, nos queda una asignatura pendiente: el empleo. Por eso, la reforma de la negociación colectiva, aplazada una y otra vez por aquellos que deben negociarla, no puede esperar más.
En una crisis como la que estamos viviendo hay que mirar al futuro, y no estancarse en el pasado ni enrocarse para mantener unos privilegios que son, precisamente, uno de los culpables de esta situación. En FASGA miramos al futuro con optimismo y creemos firmemente que dentro de un año podremos celebrar que las cosas han mejorado y no lamentarnos porque 2011 sea otro año para olvidar…
…pero eso sí, este optimismo se debe a que confiamos en que, de una vez por todas, todos cogerán el toro por los cuernos y convertirán la creación de empleo en nuestra prioridad número uno. No podemos esperar a que la crisis simplemente se desvanezca, porque esto no ocurrirá.
Durante estos dos últimos años nuestro objetivo principal ha sido asegurar empleo estable y de calidad adaptándonos a las necesidades reales de empresas y trabajadores. Si nosotros hemos conseguido buenos resultados en los sectores en los que estamos presentes, algunos tan afectados por la crisis como el comercio, no vemos razón para que esto no sea así en el resto.
Así que, adelante. Con fuerza y determinación no hay crisis a la que no podamos vencer.